Por Lcdo. Ariel Nazario, ex secretario PPD y ex comisionado electoral PPD
Créanme que hago todo lo posible por acordarme de asuntos pendientes para olvidar esta manía de escribir que es casi adictiva. Pero ya se ha vivido demasiado de tiempo callado y esperando. Hay cosas que solo pasan en el infierno de Dante. Por lo tanto, y haciendo todo lo posible por mantenerme dentro de un número razonable de palabras, hoy tengo que reaccionar a la noticia de que el RCM-UPR perderán no sé cuántos millones destinados a la construcción de un centro de “investigación” ante la incapacidad de – en 4 años – no haber iniciado las obras de construcción. No digo yo no fueron capaces de colocar la primera piedra. Tardaran 4 años en anunciar la subasta y hubo que declararla desierta. Obvio. En el RUM-UPR les hubiesen enseñado a los genios de la insuficiencia y paladines del capital, que en 4 años el dinero para la construcción de una casa puede ser que al final solo sirva para construir el pozo muro.
Hay que hablar en plural, particularmente aquellos que somos ex alumnos del sistema UPR. Sí, los pobres y los hijos de la nueva clase media que tuvieron la oportunidad de recibir una educación universitaria de primer orden - casi gratis para un@s y gratis para otr@s; así como l@s ric@s que no tuvieron que gastar mucho en college, garantizada la calidad de la educación universitaria puertorriqueña. Y ahora, poco le importa a los que rigen los destinos del país el futuro de la universidad. Son aquell@s que hoy reclaman y exigen que la educación se mida a base “moneda y banca” y no la del curso en la escuela de administración; l@s que quieren medir el descubrimiento de cura o alivio a la enfermedad, en términos de kilovatios-horas, y como LUMA, si no hay ganancia, subir las tarifas o cortar la luz, que equivale en leguaje universitario, a cerrar recintos o dejar morir al enfermo.
En la familia, ya hay representantes de la generación Z estudiando en la UPR. Tenemos fe en que a l@s que todavía le falta para terminar su escuela superior, pues apenas comienzan, también puedan ir al sistema UPR. No hay dinero para enviarlos a grandes universidades, y con muchísimo sacrificio, apenas a las privadas locales. Pero es que insistimos en que se pierdan en la inmensidad de la Torre de la Universidad, de su altura y su fachada de cuatro pedestales que son emblema de sus principales colegios: Derecho, Educación, Artes y Ciencias y Farmacia. Insistimos en que tengan la experiencia del debate, del diálogo, de la protesta, de la necesidad y sacrificio de sus pares y la conciencia de quien cruza sus portones solo aspira a la superación y autosuficiencia, para su crecimiento personal, el disfrute de la gloria de sentirse educado, y para garantizar que las próximas generaciones de puertorriqueñ@s, tengan la misma oportunidad.
Vergüenza para los administradores y para aquellos responsables e incapaces de evitar la debacle de nuestro principal centro educativo. Vergüenza para todos los que miran a otro lado y para aquellos en particular, que justifican un peso para la educación de nuestros hijos, siempre y cuando se pueda disponer de dos para pagar a los buitres y a los que nada les importa sino el “billete”. Vergüenza para los incapaces de garantizar la investigación científica y la búsqueda de la cura para las enfermedades. Vergüenza para aquél o aquella que, por su dejadez, tira por la cuneta millones de dólares y con ello, la esperanza para millones de salud y alivio al dolor y la enfermedad. Vergüenza para aquel que pone en riesgo la educación científica.
No dejemos sol@s a l@s estudiantes. No dejemos solos a l@s del futuro. No dejemos sol@s a lo que están haciendo algo y que, por razones obvias, todavía tienen derecho a la esperanza.
Si se es honesto, los responsables por la pérdida del dinero debieran largarse hoy mismo del sistema, si es que no los han echado todavía. Obviamente, l@s de fuera del sistema – l@s que abusan y menoscaban el futuro educativo público y nuestro primer centro de enseñanza superior - ya tendrán su cita con el pueblo.
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